Siguiendo la tradición de hacer una vía verde en la semana de Pascua, iniciada el año pasado (2022) con la Vía Verde Ojos Negros, este año se eligió para ello la Via Verde Val de Zafan. A los asistentes del año pasado, Irene, Jesus Mari y los dos José Ignacios, se han unido los vianeses (de Viana) Maite y Eduardo.
La Vía Verde Val de Zafan es la vía del antiguo Ferrocarril que iba de La Puebla de Hijar, en Teruel, a Tortosa, en Tarragona. Hicimos esta vía verde mas la unión desde Tortosa al delta del Ebro que discurre por el Carrilet del Cava y el camino Natural del Ebro. La ruta consistió en 5 etapas, bajando al delta del Ebro y vuelta, en total 376 km.
Circulamos por dos provincias, Teruel y Tarragona, por paisajes espectaculares, muy distintos y cambiantes, plagado de túneles (47) y de viaductos (17).
Además de andar en bicicleta hemos disfrutado de la compañía mutua, nos hemos hospedado en hoteles acogedores y con encanto y hemos disfrutado de la gastronomía de los lugares por donde hemos pasado ( recomendado el restaurante Cristal en Tortosa donde cenamos dos noches). Nos ha sorprendido que en Teruel, prototipo de la España vaciada, hayamos encontrado alojamientos con características propias de lugares mas poblados y turísticos.
Incidentes leves: dos pinchazos, una de Irene y otro de José Ignacio, y el viento que le tiró en la última etapa.
Cinco días de pedaleo en la ruta, muy variada en paisaje y en esfuerzo, inolvidable
Dia 11 de abril La Puebla de Hijar – La Fresneda: 73,67 km
Como salimos de tres puntos distintos: Pasajes- Renteria, Gorraiz y Viana nos juntamos en Sobradiel para de ahí ir juntos hasta la Puebla de Hijar, desde donde iniciamos la ruta y la primera etapa.
La vía Verde comienza en la estación de La Puebla de Hijar, y después de unos metros por carretera se enlaza con el camino. Los primeros kilómetros discurren entre campos sin nada de vegetación y larguísimas rectas. El piso es de piedra suelta lo que hace que se tenga que ir muy atento para no resbalar. Irene pincha y una vez arreglado el pinchazo seguimos.
Una vez llegado a Alcañiz se circula un rato por carretera, algo que se agradece después de la tensión del tramo anterior. Se pasa media docena de túneles, uno de tres kilómetros, en donde pone “peligro” por desprendimientos, sin iluminación, con mucha piedra grande, que nos costó media hora pasar.
A partir de ese punto el paisaje cambia, hay vegetación y se coge altura ; toda la etapa discurre en subida. Se llega a Torre de Compte atravesando el largo viaducto de Matarraña. Nos desviamos 4 km de la vía verde para acceder al alojamiento en La Fresneda en un maravilloso hotel, un antiguo convento reformado.
12 de abril La Fresnada – Tortosa: 76,02 km
Etapa
es sensiblemente más bonita y llevadera que la del día
anterior.
Pernoctamos en un hotel cuya edificación fue
inicialmente un convento ( de hecho se llama El Convent), que
sorprende por la calidad del mismo en lo más profundo de la España
vaciada.
El firme de toda la etapa inmejorable: plano,
asfalto.
Desde La Fresneda nos incorporamos a la vía verde,
que en su primer tramo discurre en ligera subida, en línea recta y
rodeado de olivos, almendros y pinos, respirando un aire puro con
sabor a tomillo, espliego, etc .
Una vez llegado arriba una
larga y recta bajada, pasando por algunas áreas de descanso antiguas
estaciones de tren, siguiendo el mismo entorno forestal y pasando
algunos túneles. En esta etapa se pasa de Teruel a Tarragona, una
vez se pasa el viaducto de Algas
Poco a poco el entorno se
vuelve más agreste y la vía verde, que sigue en bajada, atraviesa
innumerables túneles ( llegamos a contar 40, la mayoría de ellos
largos ), pasando también por varios viaductos. El paisaje de una
belleza salvaje subyuga.
Llegamos al Ebro y la vía verde
circula paralela al mismo, pasando algunas pequeñas poblaciones,
llegando a Tortosa, fin de etapa.
13 de abril Tortosa – Tortosa: 87,22 km
El
recorrido de la etapa ha sido Tortosa - delta del Ebro y vuelta a
Tortosa.
Se inicia la etapa por un corto carril bici para
adentrarnos en carreteritas que van a pabellones industriales y
huertas ( naranjos, olivos, hortalizas , berzas, etc ) para después
tomar un carril bici que nos lleva a un punto con bifurcación por
dos caminos, lugar en donde no tomamos el correcto, que nos obliga a
ir por un camino al lado de la carretera en donde azota un fuerte
viento, el cual nos acompaña el resto de la etapa.
Llegamos a
la población de Deltebre, y después de arreglar el pinchazo de Jose
Ignacio, tomamos el camino al lado del río que conduce al delta, con
la intención de llegar hasta el final, cosa que el fuerte viento nos
lo quitó de la cabeza.
Nos volvemos para Tortosa pasando por
Amposta y tomando el camino que hicimos a la ida, pudiendo visualizar
todos los puentes que existen para cruzar de una ribera a otra.
14 de Abril Tortosa – La Parada de Compte (hotel en la vía verde ): 70,13 km
La
etapa ha sido igual que la segunda pero al revés.
Los
primeros 20 kilómetros desde Tortosa discurren por un camino amplio,
bien marcado, rodeado de naranjos y al final se nos une el Ebro el
cual pronto dejamos para acometer una larga subida con 40 túneles
que hay que cruzar, túneles que están mayormente en Tarragona.
Una vez se terminan los túneles la pendiente se hace más
llevadera, para al final llegar en bajada a la Parada de Compte, que
es un entorno hotelero solitario en la misma vía verde.
Por
segunda vez hemos podido disfrutar del impresionante paisaje a veces
agreste y salvaje.
Hasta pronto Ebro
15 de abril La Parada de Compte – La puebla de Hijar: 68,87 km
Esta
vez la etapa ha sido la primera que hicimos pero al revés. Cuando
haces un camino al revés las sensaciones son distintas que cuando lo
haces al derecho.
Esta vez, además de esas sensaciones,
tuvimos un compañero que nos hizo la etapa dura no, durísima;
viento en contra todo el rato, cierzo de 50 km/h, que hizo que
sintiéramos que había sido lo más duro que habíamos hecho en la
vida.
Salimos de La Parada de Compte, hotel que está en la
vía verde, y después de pasar el largo viaducto de Matarraña el
camino va entre pinares, los cuales poco a poco se van reduciendo.
Íbamos pensando que pasaríamos el largo túnel de Equinoccio (esta
vez andando), se llama así porque en los equinoccios de primavera y
otoño el sol entra en el túnel, cuando nos damos cuenta que
habíamos tomado un desvío que se saltaba el mismo. Desde ese punto
hasta Alcañiz un terreno pedregoso unido al viento hizo ese tramo
horrible. Desde Alcañiz a la Puebla de Hijar no hay un solo árbol
que amortigüe algo el viento.








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