El cuartel general de la semana
bicicletera 2019 ha estado ubicado en Luna (que no en la
luna), en la provincia de Zaragoza, siendo la población importante
mas cercana Ejea de los Caballeros. La comarca en la que esta ubicada
Luna es la de Cinco Villas, comarca situada en el norte de la
provincia de Zaragoza. Las cinco villas que dieron nombre a la
comarca son: Sos del Rey Católico, Ejea de Los Caballeros,
Uncastillo, Sádaba y Tauste. La comarca tiene una gran riqueza
patrimonial y cultural: torres y recintos defensivos, arte gótico,
mudéjar, casas palaciegas de estilo renacentista, arte barroco. En
lo que se refiere a naturaleza la diversidad es importante: numerosos
ríos, con el Gállego como el rey de todos ellos, llanuras, bosques,
montañas, entornos y paisajes naturales interesantes como los
Aguarales de Valpalmas, En definitiva una comarca a visitar.
Cinco han sido los
esforzados txirrindularis ( Ignacio, Jose Ignacio, José Mari,
Biki y Mendi) que se han metido entre pecho y espalda casi 500
kilómetros por una zona en la que se ha combinado llanuras con
zonas de trazados rompepiernas. Aparte de los kilómetros y el
trazado de las etapas se ha tenido que luchar contra el viento, el
famoso cierzo, al cual casi vencemos.
El tiempo nos ha
respetado, las mañanas eran frescas, pero enseguida entrabamos en
calor. Todos los días tuvimos viento, y sólo uno de ellos nos
obligó a acortar la etapa. Al final el cierzo era nuestro compañero
silencioso, que alguna vez nos empujaba en el trasero.
Los recorridos han
circulado mayormente por la comarca de Cinco Villas, si bien también
hemos rodado por las comarcas de la Hoya de Huesca y la de Zaragoza.
Por las carreteras por las que hemos circulado no hemos encontrado
apenas coches, salvo la A-124 en dirección a Zuera y la A-125 en
dirección a Ejea de los Caballeros, por donde si circulaban
camiones, pero tenían un buen arcén, si bien en algunos tramos con
el piso irregular y con piedras. El resto de carreteras con pocos
coches, aunque los que había circulaban a gran velocidad, y buen
firme, aunque no totalmente liso, carreteras botonas como diría
Perico Delgado.
Las etapas que no han
circulado por la A-124 ni la A-125 tienen paisajes bonitos, pasando
por pueblos pequeños.
La casa rural acogedora y
que no le faltaba de nada, además de un bonito jardín con un asador
y un gran garaje donde pudimos dejar las bicicletas. Nos ubicamos en
habitaciones dobles e individuales.
El plan del día fue:
levantarse sobre las 7:30, salir a andar en bici sobre las 8:30,
hacer la etapa programada, con parada para almorzar en algún bar,
ducharnos, un blanquito e ir a comer al bar (el primer día a La
Perla de Erla y el resto de días al Regano, salvo un día que fuimos
a comer perdiz escabechada en el restaurante Carlos de Castejon de
Valdejasa). Después siesta, ver la etapa de la Vuelta España y
visita turística, para terminar el día cenando en la casa rural.
En El Regano, donde comimos la mayor parte de los días, nos atendió
estupendamente un chico al que llamamos Sammy Davis jr, por su
parecido físico, si bien no era negro y resultó que era italiano.
A nuestro ángel de la
guarda, y al apóstol Santiago al cual se le visita una vez al año
al menos, siempre les pedimos que nos cuiden y no permitan que
tengamos ningún percance, si bien le permitimos que podamos tener
pinchazos y averías mecánicas, algo que sucedió el primer día,
como luego se cuenta. Además en esto también nos ayuda pues se
resuelven con celeridad y sin problemas.
En lo que se refiere a
frases originales, acuñadas por Ignacio, la lista este año es
hermosa:
- Petit Culin: en idioma francés, frase antigua pero en este año se ha matizado su empleo. Se emplea para indicar que se quiere un poquito de un liquido, por ejemplo “Un petit culin” de whisky, vino, etc
- Minimorum: del latín, lengua muerta a la cual se resucita con esta palabra, ya utilizada pero que en este año se matiza su empleo. Sirve para indicar que se quiere un poquito de algo sólido, por ejemplo “minimorun” de un bocata, de una chuleta, de un trozo de bacalao, etc
- Le plus pute ridicule. El idioma francés esta vez sirve para indicar algo que en otro idioma resultaría muy crudo al oído. No es lo mismo decir “estas haciendo el mas puto ridículo” que “tu es entrain de faire le plus pute ridicule”. En francés casi parece una declaración de amor
- A la pregunta de ¿ A donde vamos ? La respuesta genérica y que todo el mundo entiende y con ello se pone en marcha es : “nos vamos a tomar por c---”
- A la pregunta de ¿ Cuando salimos? ? Que hacemos? y similares, la respuesta que todo el mundo entiende y actúa en consecuencia es; “Cuando/lo que/ .. nos salga de los co----- “
- En todos las cenas y comidas en algún momento hay que decir “viva el vino” tal y como lo dice Rajoy ( https://youtu.be/ZOXnEoOaaV0)
- Cuando alguien dice o hace algo que no cuadra, que no es políticamente correcto , etc, se le dice ¿ tu de que hostias vas¿
- Un Potorro con pedales es la definición genérica de todo aquel artilugio técnico o tecnológico del cual no sabemos bien como se llama . Por ejemplo un applewatch, un smartband, un palo selfie,... son “potorros con pedales”
2
de setiembre de 2019
Dos
vehículos se encaminaron a Luna: la furgoneta de Jose Ignacio con
los guipuchis y Jose Mari en su coche desde Briones. A mitad de
camino coordinamos la hora de llegada con la dueña de la casa rural
para que a las 9 hubiera alguien para entregarnos la llave. El que
primero llegó fue Jose Mari.
Sobre
la 9:30 ya estábamos sobre las bicis para hacer una etapa corta, una
etapa bucle, con un cielo azul y una temperatura ideal para andar en
bicicleta, tomando contacto con nuestro acompañante de toda la
semana, el cierzo. No tomamos el camino correcto hacia la mitad de la
etapa acortando con ello el recorrido. La etapa circuló por buenas
carreteras, sin coches y sobre un terreno de subidas y bajadas, un
poco rompepiernas.
En
esta etapa se produjo el único incidente de toda la semana, algo
recurrente porque porque el pasado año nos ocurrió lo mismo.
Nicolás Ruiz Ruiz Ruiz (Ruiz al cubo ) rompió la cadena lo que
supuso que uno se quedara con él para acompañarle (el buen
samaritano, Ignacio) y el resto siguió en bicicleta los casi 20 km
que quedaban hasta la casa rural para una vez llegado allí coger a
furgoneta para ir a buscarles.
Después
de ducharnos nos tomamos un blanquito producto de la zona en el bar
del Centro Cultural (“ VIVA EL VINO”, que el vino también
es cultura ) y luego tomamos el coche para ir al bar donde teníamos
reserva para el lunes, La Perla de Erla, a 6 km de Luna, en el
cercano pueblo de Erla.
Después
de la reparadora siesta nos encaminamos a Ejea de los Caballeros
con dos intenciones: encontrar una tienda-taller de bicicletas para
arreglar la bicicleta de Nico y hacer la compra de viandas y bebidas
para las cenas y desayunos de los próximos días. Solo se puedo
cumplir el 50% de nuestros deseos pues Ejea estaba de fiestas y tenia
cerrados todos sus comercios del 31 de agosto al 8 de setiembre, si
bien estaba abierto el Mercadona donde llenamos mas de dos carros con
fruta, bebidas, etc.
Dado
que al ser Eja la población más importante de la zona y
posiblemente la única que tuviera taller de bicicletas, la opción
alternativa era arreglar la cadena con el tronchacadenas, algo que el
mismo Nico hizo, aguantando la cadena toda la semana sin problemas.
Mientras Nico estaba en esta tarea el resto se ocupaba de preparar la
cena, unos encendiendo el fuego para asar las chuletillas y el
chorizo, otros preparado la ensalada y otros preparando la mesa.
A la salida de la primera etapa enfrente de la casa rural
Nico arreglando la cadena
Reparto de papeles: Nico arreglando la cadena y Jose Mari e Ignacio haciendo el fuego para los asados
Esto marcha
Ahora hay que dejar que se forme la brasa
Nico dando el último toque, montando la cadena
El gran salón de la casa rural
Y su hermoso jardín
3
de setiembre de 2019
Cambiamos
el recorrido del día por el que nos llevara a Zuera, la
siguiente población importante de la zona (en la comarca de
Zaragoza), con la intención de encontrar un taller de bicicletas
para por seguridad cambiar la cadena de la bicicleta de Nicolás,
taller que no existía por lo que no teníamos mas remedio que
aguantar con el arreglo hecho con el tronchacadenas, algo que supuso
eliminar dos eslabones de la cadena.
El
tiempo continúa siendo bueno, un poco fresco en los primeros
kilómetros y con menos viento que el día anterior. A la ida tomamos
un desvío a la izquierda que nos hizo pasar por Gurrea de Gallego,
El Temple y Ontazar de Salz, por una zona sin coches, buenas
carreteras y paisaje agradable a la vista. La vuelta la hicimos por
la A-124 que nos llevaba directamente hasta Erla para después tomar
la carretera, de 6 km de longitud, que nos lleva a Luna. La cadena de
la bici de Nicolás no dio ningún problema por lo que parecía que
el arreglo estaba bien hecho y podría aguantar, si bien al ser la
cadena mas corta debía de por prudencia no cruzar la cadena, es
decir no ir con plato grande y piñones grandes, utilizando en cambio
el plato pequeño y piñones medianos.
Comemos
el El Regano donde conocimos al sosias de Sammy Davis Junior que uno
de los días nos contó un chiste (el de la tres mujeres que chupan
el cucurucho de helado de distinta forma y la pregunta a Jaimito de
cual es la casada).
Por
la tarde, después de la siesta y de ver la Vuelta a España en la
televisión riéndonos de los comentarios de Perico Delgado, nos
dedicamos a visitar el pueblo de Luna y de ir al cercano santuario
de Monlora ubicado en un alto, donde había varias personas
haciendo parapente.
La
jornada se terminó con la cena, siempre con la ensalada por delante
preparada por Jose Ignacio y una tortilla de ración para cada uno,
todo ello regado con Viña Real aprovisionado por Jose Ignacio de sus
excedentes del bar.
Almorzando en Zuera ....
... y charlando
El restaurante El Regano
Paseando por Luna
La torre de Luna
Vista de Luna desde la torre
Vista de los campos alrededor de Luna desde la torre
Otra vista de Luna desde la torre
Un descanso a la sombra en el paseo por Luna
Monolito en lo alto del pueblo
Vista desde el santuario de Monlora
Vision 360º desde el santuario de Monlora
Viendo los parapentes en el santuario de Monlora
4
de setiembre de 2019
Hacemos
la etapa prevista para el día, etapa llana que consideramos con poco
viento, igual es que ya nos hemos acostumbrado a él.
Seguimos
comiendo en El Regano, eso si, después de tomar un blanquito en el
bar del Centro Cultural. Sammy Davis jr ya conoce nuestros gustos y
nada mas llegar nos sirve el vino, la gaseosa y el agua.
A
la tarde hacemos una larga trayectoria en coche con la intención de
ir a la poza El Pigalo,
pero nos encontramos que en un punto tenemos que tomar un desvío de
8 km para llegar a la poza por una carretera de piedras, por lo que
desistimos de llegar a dicho punto, visitando como alternativa el
cercano y bonito pueblo de Luesia.
El origen de Luesia es medieval, con la llegada de los musulmanes
comienza la historia de la villa, con el asentamiento de una
primitiva fortaleza en lo alto de la roca para defenderse de los
recién expulsados reinos cristianos. La población se fue asentando
siguiendo el contorno de la murallas, mostrando la ordenación
urbana una estructura medieval típica que apenas ha cambiado. Merece
la pena visitar dicho pueblo para constatar su riqueza cultural: la
iglesia de San Salvador, la iglesia de San Esteban, la ermita que
está en la parte alta de la villa, las ruinas del castillo, la
estructura del pueblo, su barrio judío, etc. A la vuelta a la casa
rural paramos en El Frago
a tomar una caña.
Cena
a base de ensalada y pechugas de pollo con pimientos y a la cama.
Ignacio saliendo a cubrir la etapa del día
Garaje donde guardamos las bicis
José Ignacio saliendo
Nicolás
José Mari
En el camino a la poza El Pigalo
Paseando por Luesia
Calle de Luesia
Subiendo a la ermita de Luesia
En la ermita de Luesia
5
de setiembre de 2019
Dado
que las previsiones meteorológicas anunciaban viento fuerte, optamos
por circular por una de las etapas donde estuviéramos mas protegidos
del viento. Era una etapa de ida y vuelta y anduvimos bastantes
kilómetros sin muchos problemas, pero al llegar a Biel
la zona estaba menos protegida y el viento era muy fuerte, por lo que
optamos por volvernos, recortando unos 15 km la distancia prevista.
Después
de los blanquitos en el bar del Centro Cultural de Luna y la comida
en El Regano, la obligada siesta y ver en la televisión la etapa de
la Vuelta a España, nos dedicamos a limpiar las bicis para después
ir caminando a visitar el cercano castillo
de Obano y la ermita
de la Merced siguiendo
las parcas indicaciones de una señora habitante del pueblo, algo que
nos obligó a circular por el cauce de un rio hasta que con la ayuda
del socorrido Google Maps dimos con el castillo, volviendo al pueblo
por donde debíamos de haber ido.
Puesto
de a la noche teníamos en la televisión el partido de fútbol
Rumanía- España (ganado por España por 1-2) ubicamos la televisión
de modo que pudiéramos cenar (salpicón de marisco preparado por
José Ignacio y huevos fritos preparados pro Ignacio) viéndolo.
Sede de una peña del pueblo, cerca de la casa rural
El castillo de Obano
De vuelta a Luna desde el castillo de Obano
De camino parada en la ermita
Viendo la etapa de la Vuelta a España
6
de setiembre de 2019
Etapa
por un bonito paisaje hasta el embalse
de la Sotonera y vuelta.
En el embalse paramos a almorzar en el bar, relajándonos con las
canciones de Frank Sinatra, por cierto compinche en su tiempo de
Sammy Davis Jr.
A
la tarde, después de las actividades habituales ( comida en El
Regano, siesta y visionado de la etapa de La Vuelta), nos desplazamos
a los cercanos Aguarales
de Valpalmas, un paisaje
espectacular. Los Aguarales de Valpalmas, o de Valdemiraz, son unas
formaciones
geológicas de formas oníricas y sugerentes que sorprenden e
impresionan al visitante
que llega a este
paraje de las Cinco Villas. Su paisaje nace de un fenómeno geológico
conocido como piping:
a
lo largo de miles de años, el suelo de arenas y arcillas se ha ido
erosionando y hundiendo por partes por la acción del agua y el
viento y ha creado unas estalactitas de tierra
conocidas
popularmente como chimeneas de hadas. Al mirarlas parece estar viendo
un planeta extraño en el que de un momento a otro va a aterrizar una
nave de Star Wars. Muchas veces nos impresionan paisajes, ruinas,
catedrales, castillos, formaciones geológicas, etc, de otros países
cuando mejores y mas bellos los tenemos cerca, como es el caso de los
Aguarales de Valpalmas.
Terminamos
la tarde visitando la cercana población de Erla
donde tomamos unos vinos, para después cenar en la casa rural
ensalada y pasta con langostinos.
Almorzando en el embalse de la Sotonera
Los Aguarales de Valpalmas
En los Aguarales
En los Aguarales
La ermita de Erla
Vista desde el alto de Erla
Los Aguarales de Valpalmas
7
de setiembre de 2019
Cambiamos
la etapa del día siguiente para realizarla este día ya que la etapa
prevista discurre por una carretera con trafico de camiones,
dejándola para el día siguiente, domingo, con menos tráfico de
dichos vehículos. Como la etapa era corta, los galgos del grupo (
Nico, Ignacio y Jose Ignacio) alargan la etapa hasta Ayerbe,
cumplimentandola tal y como estaba prevista los que tienen una
condición de ciclistas modestos ( José Mari y Mendi).
Este
día cambiamos el blanquito y la comida en El Regano por comer
perdiz escabechada en el restaurante
Carlos de Castejon
de Valdejasa.
Después
de la comida compramos escabechados varios (pedir, codorniz, conejo y
ternasco) en el Tio
Nicasio cuya especialidad
es la producción y venta de estos escabechados.
La
tarde se puede considerar como tarde libre en el que cada cual hace
“lo que le sale de los co-----”,
unos se van a ver el cercano puente romano ( Ignacio ) y otros se
tocan los ídem y dan una vuelta por el pueblo en fiestas.
Se
cena lo que sobra y al sobre.
8
de setiembre de 2019
Para
finalizar la semana bicicletera, tal y como ocurre con las grandes
vueltas, una etapa llana en donde a la ida tenemos el viento en
contra, pero que a la vuelta es a favor y algunos alcanzan
velocidades superiores a los 40 km/h.
Recoger
las cosas y meterlas en los coches, comer en El Regano y a casa. Los
que se dirigen a Donosti paran en Lekumberri para ver en la tele los
últimos kilómetros de la etapa de la vuelta a España.
Almuerzo en Farasdues
Vermut para celebrar el éxito de la semana bicicletera






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