La IV Mendi Martxa ha tenido la menor participación de su corta historia, solo cuatro marchadores ( Santi, José Ignacio, Iñaki Zabalza y Mendi) y uno mas que se ha apuntado a la comida. La no asistencia de unos por motivos justificados, de otros por motivos que mas se pueden considerar excusas, y que no voy a mencionar aquí, y de otros porque no saben no contestan a los requerimientos de la convocatoria, hacen pensar que la edad hace estragos no solo en el terreno físico, sino también en el mental, haciendo aparecer lo que tiene la común denominación de "rarezas", propias de cascarrabias que traspasando la tercera edad se justifican a si mismos con disculpas que al común de los mortales dan risa. En fin, ellos se lo pierden, vamos se lo han perdido, porque la IV Mendi Martxa ya pasó.
Vayamos a la crónica de la jornada. Los cuatro marchadores se reunieron a primera hora en la estación del topo de Amara y se encaminaron a Deba, para iniciar desde allí una marcha de unos 15-16 kilómetros que duró unas cuatro horas. La dureza del terreno la compensa la belleza de los paisajes, en un día nublado, pero claro, en el que hemos podido observar con nitidez la hermosura de las excelentes panorámicas que te hacían pensar que estabas en otro país, que esos paisajes los habías visto en la televisión en lugares como Irlanda, por ejemplo. El camino circula con vistas al mar por un terreno con constantes subidas y bajadas, hasta que estando cerca de Zumaia la dureza se reduce , permitiendo un relajo a los cuerpos. La observación del flysch es uno de los atractivos inigualables del recorrido. Además, te cruzas con gente que ha salido a disfrutar del día haciendo ejercicio en un entorno bello donde los haya, y de peregrinos que están haciendo el camino del Norte con final en Santiago de Compostela. No sólo se disfruta del paisaje, sino también de la compañía de amigos, que en animada charla tratamos de resolver los problemas de esta mundo.
Una vez llegados a Zumaia no reunimos con Ramón Zamora y, después de reponer líquidos, nos dirigimos a comer al restaurante donde cominos en la martxa del año anterior, dando buena cuenta de las viandas y de los líquidos que libamos. No se termina el día ahí, sino que aprovechando la bondad del tiempo nos tomamos una copita relajados en una terraza, retornando después a casa, algunos para echarse un siesta reparadora.
Visto lo ocurrido este año, el próximo año la V Mendi Matxa va a ser un paseo militar, ya que el recorrido va a ser de Renteria a Minas de Arditurri, con visita guiada a las minas, comida en uno de los bares de la zona (Tolare, etc) y vuelta a Renteria. Terreno totalmente llano, sin barro ni obstáculos que permitan excusas banales para no acudir a la cita. Además, para aquellos que sus problemas físicos (rodillas, cervicales, vértebras, tobillos y tubillos) y/o mentales no les permitan realizar semejante esfuerzo, se habilitaran sillas de ruedas eléctricas (scooter eléctricos) para su desplazamiento. Ya se sabe que cuando se sale, y se come o cena fuera, se bebe mas líquido de la cuenta, líquido que luego pide evacuarse, a partir de una determinada edad con urgencia, Pues bien, para aquellos que tengan estos problemas, derivados del crecimiento de la próstata, se les proporcionará bolsas de orina de 5 litros, con válvula antirretorno y vaciado, para que esa noche no se tengan que levantarse a realizar micciones que les desvelen e interrumpan sus dulces y oníricos sueños. Y por si esto fuera poco, la organización del evento dispondrá, si procede, de coches para trasladar después de la comida al punto de partida a todo aquel que por su condición física yo mental lo necesite, ya sea por cansancio o por los estragos que hace el alcohol. En resumidas cuentas que no va a haber ninguna excusas para no acudir a la V Mendi Martxa.
Panorámica de la costa a la izquierda de Deba, una vez superada la dura cuesta inicial.
Alegres, contentos y frescos, casi al inicio de la martxa.Deleite de la vista
En el recorrido hay otros seres vivos
El toro y sus hijos
Un pasadizo que permite trasladar al caminante de un lado a otro de la carretera
El día esplendido: bonitos paisajes, buena temperatura, sol y nubes
Circulados entre vegetación
Al fondo el túnel por donde circulaba un antiguo ferrocarril
Pasear por lugares como este llena el espíritu
Acantilados, costa y flysch
Al fondo unos ciclistas que suben una cuesta de mas del 20 %
El mar está tranquilo, acariciando suavemente a la costa
De repente aparece el tren
Bello flysch
Una foto en el intermedio del recorrido
El plegamiento es casi vertical
Mires por donde lo mires belleza de paisaje
Un día inigualable para disfrutar
En esta ensenada se hace surf
En un mirador explicativo
¿ Irlanda ?. No, Euskadi
La unión de cielo, mar y tierra
La panorámica se abre y permite ver un amplio entorno
Camino en el que nos cruzamos con montañeros y peregrinos
La presencia de casas predice la cercanía de Zumaia
El solo sale entre las nubes e ilumina el paisaje
En el final del recorrido se circula por terreno asfaltadoOtro foto casi al final
Ya estamos en Zumaia
En animada charla en descenso hacia Zumaia
La playa de Zumaia y el flysch
Después de comidos y bebidos ....
.....una copita y a casa

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