El día 5 de setiembre se celebró la III Clasica de Arnedillo, prueba open, a la cual acudieron los esforzados txirrindularis: Emilio (residente en el lugar, organizador de la prueba, y alma mater de la misma ), José Mari (que vino desde Briones), Jesús Mari (que vino desde Pamplona) y José Ignacio, Iñaki Martínez y Mendi (que vinieron desde Donosti). Este año la prueba ha cambiado su itinerario, el cual, a tenor de las impresiones de los participantes, ha ganado en dureza. El recorrido se puede catalogar como una auténtico rompepiernas, con una serie de subidas y bajadas a lo largo de todo el trayecto; el circuito es de ida y vuelta, que empieza en Arnedillo, pasando por Enciso, Yanguas y terminando en San Pedro Manrique, en donde se da la vuelta para volver por el mismo camino; a la ida había más subidas que bajadas y al revés a la vuelta, destacando la bajada desde San Pedro Manrique hasta el cruce con la carretera que lleva a Yanguas, grandes rectas en las que se goza dejándose llevar por la inercia. En el tramo final hubo viento de cara que aumentó la dureza del recorrido.
Después de la prueba, unos a ducharse y otros a disfrutar del relajo en las pozas de aguas termales, para luego encaminarnos a la bodeguilla de Emilio, el cual no obsequió con una abundante comida, con productos de la huerta y, cómo no, con chuletillas de cordero, todo ello regado con sidra (para quitar la sed y reponerse de la deshidratacion de la carrera) y buen vino. Después de la comida, y agradable sobremesa, nos dirigimos al bar a ver la etapa de la vuelta, para después irnos cada uno a su casa, después de haber disfrutado de una agradable jornada, en la que tuvimos de todo: ejercicio físico, buen tiempo, buena comida y agradable compañía ¿ se puede pedir más ?.
... en la salida, después del control de firmas ....
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