25 septiembre 2016

Crónica de la semana bicicletera 2016 en Oña (Burgos)

El 2016 ha sido uno de los años en los que ha habido menos asistentes a la semana bicicletera, como se puede observar en el gráfico estadístico que figura a continuación ( la “x” en rojo significa que no ha estado toda la semana). Decir, para suscitar la envidia de los que no han podido o querido venir, que ha sido una de las mejores en todos los sentidos. Los esforzados txirrindularis que disfrutaron de los paisajes, naturaleza y clima de la zona en donde se enclava Oña, fueron: Ignacio, José Mari, Jesús, Mari y Mendi.



























































La estancia fue de lunes a sábado, día en el que nos volvimos para casa, una vez terminada la etapa.

El tiempo nos acompañó, ya que ni llovió ni hizo mucho calor, si bien las mañanas eran un poco frías y húmedas por las nieblas, que tardaban en disiparse.

Lo que nos ha sorprendido eran lo buenas que son las carreteras (buen asfalto, amplitud y buen trazado), por las que pasan poquísimos coches.

La mayoría de los pueblos tienen un nombre compuesto, con la partícula “de” que une dos o más nombres, y muchos de ellos empiezan por Quintana o Quintanilla. Además, sabes en qué comarca estás porque el último nombre así lo indica ( Pino de Bureba te dice que estás en la comarca de la Bureba)

Una vez más tenemos que agradecer a nuestro ángel de la guarda su labor protectora, porque no hemos tenido ningún incidente (bueno, uno pequeño al que luego nos referiremos), incluso ningún pinchazo.

La casa rural (La Casa de la Judería) muy acogedora, con 4 plantas: la primera un merendero, que no utilizamos y que era donde guardábamos la bicis, la segunda con la cocina, la sala con televisión y el comedor (todo en una misma pieza), la tercera y la cuarta era donde estaban las habitaciones, ocupando una habitación cada uno de los cinco que asistimos.

José Ignacio hizo de cocinero, era quién nos preparaba las cenas a base de ensaladas y platos combinados. Como siempre, las comidas las hicimos en el bar (el primer día en el bar El Cazador, y el resto de veces en El Rincón del Convento, que estaba mas cerca de la casa rural y en el que la comida, el trato y el lugar eran mejores).

Decir que el entorno de Oña, por donde circulamos en bicicleta, es espectacular, predominando la zona montañosa y boscosa, siendo recomendable su visita para aquel que no haya visitado la zona. Oña y Frías destacan por su belleza y monumentos.


FOTOS DE OÑA

 Oña , rodeada de montes
 La casa rural
 El convento
 La plaza del ayuntamiento 
 El barrio judío, con una entrada a la casa rural
 Vista del convento 
 Vista del pueblo, el convento y el vivero 
 Vista de Oña desde un mirador 
Residencia de ancianos 



19 de setiembre de 2016

La etapa transcurrió por Penches, Barcina de los Montes, La Aldea, Ranera, Tobera, Frías, Saltocildes, Quitana María, Palazuelos de Cuestaurria, Trespaderne, Virues, Bascuñuelos, Lozares de Tobalina, Lomana, Saltocildes, Quintana Martin Galindez, Montejo de Cebas, Frias, desde donde nos volvimos por donde habíamos venido (78 kilómetros ). Una etapa de ida y vuelta con un circuito en la mitad del recorrido. Etapa con subida en los primeros kilómetros, los cuales eran de bajada a la vuelta, después de subir desde Frías a La Aldea. Primer contacto con el entorno, muy variado, bonito y espectacular, con buenas carreteras exentas de tráfico, aunque con frío y niebla en las 2-3 primeras horas. Primeros avistamientos y cruces con corzos en los parajes por los que circulamos. Como siempre, una parada por almorzar, café y pincho de tortilla, en Trespaderne.

A la vuelta, después de Frias, al comienzo de la subida, nos paramos en la ermita de Tobera, por donde merodeaban una serie de cabras, con su correspondiente cabrón o macho cabrío. Sabido es que es difícil fijar la zapatilla si se quiere arrancar cuesta arriba, y mas si tienes enfrente, en la mitad de la carretera, al cabrón. Pues bien, entre lo difícil de ajustar la zapatilla al pedal y que el macho cabrío estaba en la mitad de la carretera, Ignacio se cayó, sin mas consecuencias que un pequeño golpe.

A la tarde, después de una reparadora siesta, compras en la carnicería y el autoservicio, para después dar un paseo por el monte, en la sierra de los montes Obarenes, llegando a la ermita de San Vitores, desde donde se avistaba toda la sierra y la Mesa de Oña. Lugares estos en los que Jose Mari disfrutaba de la naturaleza en los veranos de su infancia y juventud.

Después del paseo, un vino en el bar en animada charla, para después pasar a dejar los platos limpios de la cena, a base de pinchos, que nos había preparado Jose Ignacio; Mahonesa con guindilla y anchoas, salmón con cebolleta y queso Filadelfia y morcillas con pimientos.



 Foto de salida de la primera etapa 
 En el puente romano de Frias 
 En la ermita de Tobera 
 En la zona de la ermita de San Vitores 
 La ermita de San Vitores
 Oña, tiene manantiales y agua por todos los lados 
 La zona de la ermita San Vitores
La Mesa de Oña



20 de setiembre de 2016

La etapa se cambió en su comienzo, como consecuencia del paseo que se dio en la tarde del día anterior, en donde encontramos una buena carretera que nos permitía evitar el paso por un par de pueblos. La etapa transcurrió por: Ermita de San Vitores, Quintanaopio, Ojeda, Madrid de las Caderechas, Huespeda, Madrid de la Caderechas, Rucandio, Hozabejas, Escobados de Abajo, Escobados de Arriba, Villalta, Cernégula, Poza de la Sal, Salas de Bureba, Castellanos de Bureba, Terminon, Tamayo, Oña (75 kilómetros), parando en Cernégula para almorzar. En esta etapa tuvimos un despiste en un cruce y nos subimos un pequeño puerto hasta Huespeda, haciendo 7 kilómetros más de los previstos. Etapa en continua subida, con una fuerte pendiente en el desfiladero que hay a continuación de Hozabejas, hasta el monumento a Felix Rodríguez de La Fuente, para después continuar por una pronunciada bajada, con muchas curvas de herradura y el piso algo irregular en algunos tramos, hasta Poza de la Sal. Desde Poza de la Sal en bajada hasta Oña.

A la tarde, después de la obligada siesta, visitamos la iglesia del Monasterio de Oña, que lo teníamos enfrente de la casa rural, en una visita guiada, en donde se nos dieron detalles interesantes de la historia del convento, el cual es uno de los monumentos más importantes de Burgos, el segundo después de la catedral. Hacemos alguna compra complementaria y algunos se dan un paseo por las murallas que rodean Oña, para después juntarnos todos en el bar para tomar un vino, antes de la cena en la acogedora casa rural.


 Foto de salida de la segunda etapa 
 Almorzando en el bar de la gasolinera de Cernégula
 El monumento a Felix Rodriguez de la Fuente

 En el claustro del convento de Oña
 El claustro 

 Paseo por las murallas de Oña. Figuras que desentonan con el paisaje 




 La ermita de San Toribio, donde los monjes descansaban y oraban en sus paseos



21 de setiembre de 2016

Este día se cambió la etapa, realizando la que teníamos programada para el día siguiente (que era más larga y exigente), puesto que para ese día se había previsto desplazarnos a Haro a comer cordero y por ello ese día había que realizar una etapa mas corta y que costase menos tiempo realizarla. La etapa transcurrió por Cantabrana, Quintanaopio, Rio Quintanilla, Hozabejas, Escobados de Abajo, Escobados de Arriba, Pesadas de Burgos, Villalta Dobro, Porquera de Butron, Cubillo de Butron, Pesquera de Ebro, volviendo hasta Rio Quintanilla por donde habíamos venido , desde donde vamos por Aguas Candidas, Salas de Bureba, Catellanos de Bureba, Terminon, Oña (89 kilómetros). Comenzamos la etapa con mucha niebla. que costó que se dispara. Repetimos parte del recorrido del día anterior, la zona más dura. Ignacio y Mendi fueron los que bajaron hasta Pesquera de Ebro, haciendo el resto unos 16 kilómetros menos. La bajada y subida a Pesquera de Ebro espectacular. El pueblo, por donde pasa en río Ebro, está en un hoyo rodeado de montañas; en la bajada se podían ver algunas nieblas abajo, las cuales ya se habían disipado en la subida. Los que no bajaron a Pesquera de Ebro esperaron al resto almorzando de Pesadas de Burgos

Después de comer continuamos la tertulia en torno a unas copas en el bar, para después de una pequeña siesta dar un paseo por las orillas de río Oca, rio que pasa por Oña. Después, lo tradicional, un vino y a cenar, esta vez viendo el partido de la Real contra Las Palmas,  4-1  a favor de la Real.

Foto de salida en la tercera etapa 
 En Pesquera de Ebro
 Desde esa montaña se baja y luego hay que subir 
 Los únicos que bajaron a Pesquera de Ebro 
 Jesús Mari descansando entre sol y sombra en Pesadas de Burgos 
 Almuerzo en Pesadas de Burgos
 Bajando al paseo del río Oca
 En río Oca
 El entorno de descanso del río 


 La antigua estación 












22 de setiembre de 2016

La etapa, un circuito, transcurrió por : Penches, Barcina de los Montes, La Aldea, Cascajares de Bureba, Busto de Bureba, Berzosa de Bureba, La Vid de Bureba, Quintanillabon, Briviesca, Quintanabureba, Movilla, Llano de Bureba, Hermosillas, Cornudilla, Pino de Bureba, Oña (70,5 kilómetros). Etapa con un comienzo en subida, con un puerto después de La Aldea, para luego ser todo bajada y llano, circulando por La Bureba. Esta fue la única etapa en la que llegamos todos untos al final. En Briviesca se paró para almorzar.

Después de la ducha, nos montamos en el coche de Jose Mari y nos encaminamos a Haro, a comer cordero en el restaurante Terete, para después ir al Claustro de los Agustinos a tomar una copa. Aun quedaba lo mejor, el espectáculo taurino de recortadores y vaquillas en Briones, que estaba en fiestas. Uno de los recortadores se llamaba Vallejo, y desde las gradas se le animaba con la frase, copyright de Ignacio, “Ahí te la dejo Vallejo” Ya anocheciendo nos tomamos un vino en Briones para después dirigirnos a Haro a llenar el estómago con un bocadillo, antes de volver a Oña.

 Desayunando 
 Después de almorzar en Briviesca
 Comiendo en Terete de Haro 
 En el claustro de Los Agustinos de Haro 

 Jose Mari 
 Jesús Mari
 Ignacio 
 José Ignacio 
 Mendi


 El Banco de España en Haro 
 Haro 



 En Briones, en el espectáculo taurino de recortadores y vaquillas
 El paseillo antes del espectáculo 
 Los cinco recortadores 







 Unas chicas salen voluntarias 
 Ahora espectáculo para los niños 
 El Don Tancredo
 Los viñedos de Briones
En Haro cenando 


23 de setiembre de 2016

La etapa transcurrió por: Terminon, Castellanos de Bureba, Salas de Buerba, Poza de la Sal, Lences, Carcedo de Bureba, Rublacedo de Abajo, Rublacedo de Arriba, Temiño, Rublacedo de Arriba, Rublacedo de Abajo, Quintana-Urria, Rojas, Piernigas, Quintanabureba, Terrazos, Los Barrios de Bureba, Cornudilla, Pino de Bureba, Oña, (91 kilometros). En algunos momentos el paisaje tenia un parecido a Las Bardenas. Los pueblos de Burgos son pequeños y no tienen bar, y si lo tienen abren casi al mediodía, por lo que nos tuvimos que ir hasta Rojas para almorzar, si bien el almuerzo mereció la pena (surtido de embutidos y queso). Una llamada de teléfono hizo que Ignacio se quedara el último y cuando emprendió la marcha tomó camino distinto al programado, al que hicieron el resto.

Por la tarde visita a Frías, uno de los pueblos mas bonitos de España. La idea era cenar en Frías, pero no encontramos un restaurante que diera cenas, por lo que hicimos compra en el pueblo y cenamos en la casa rural.

 Parada en Rojas para almorzar
 Llega el segundo pelotón 
 Atendiendo al señor que nos explica las maldades de la Coca Cola
 Hemos tardado en encontrar un bar donde almorzar , pero ha merecido la pena
 Después del almuerzo en Rojas
 En Frias 


















24 de setiembre de 2016

La etapa transcurrió por Penches, Barcina de los Montes, La Aldea, Ranera, Tobera, Frías, Quintana Martin Galindez, Barcina del Barco, Mijaraluenga, San Martin de Don, Sobron, Orbañanos, Santa María de Garoña, Garoña, Cuezva, Montejo de Cebas, Frias, y vuelta a partir de ahí por donde habíamos venido (88 kilómetros). Salimos sin Jesus Mari, que se volvió después de desayunar. La etapa, a partir de Frias, transcurre bordeando el pantano de Sobron, divisando en el trayecto la central nuclear de Garoña, hoy parada. La vuelta desde Sobron, la hicimos por el otro lado del pantano, en un terreno rompepiernas, mirando en cada pueblo a ver si había bar para almorzar. Finalmente, y después de 60 kilómetros recorridos, lo encontramos en Montejo de Cebas.

Cominos en el Rincón del Convento, en la calle, porque hacia buen tiempo, para después echar una siesta y volvernos a casa felices y contentos porque la semana ha transcurrido en gran camaradería y hemos disfrutado de lo que nos gusta: andar en bici, convivir entre amigos, disfrutar de la naturaleza, de los monumentos históricos, y, porqué no, comer y beber vino.


Tenemos 145,13 euros de bote para la semana bicicletera del año que viene.

 En el embalse de Sobron 
 La presa 

 Subiendo de vuelta de Sobron 


 Almorzando en Montejo de Cebas 
 La última subida de la semana para Ignacio
  La última subida de la semana para José Ignacio 
  La última subida de la semana para José Mari 
 La ultima comida en Oña
y la última copa 

No hay comentarios: