El 2016 ha sido uno de
los años en los que ha habido menos asistentes a la semana
bicicletera, como se puede observar en el gráfico estadístico que figura a continuación ( la “x” en rojo significa que no ha
estado toda la semana). Decir, para suscitar la envidia de los que no
han podido o querido venir, que ha sido una de las mejores en todos
los sentidos. Los esforzados txirrindularis que disfrutaron de los
paisajes, naturaleza y clima de la zona en donde se enclava Oña,
fueron: Ignacio, José Mari, Jesús, Mari y Mendi.
La
estancia fue de lunes a sábado, día en el que nos volvimos para
casa, una vez terminada la etapa.
El
tiempo nos acompañó, ya que ni llovió ni hizo mucho calor, si bien
las mañanas eran un poco frías y húmedas por las nieblas, que
tardaban en disiparse.
Lo
que nos ha sorprendido eran lo buenas que son las carreteras (buen
asfalto, amplitud y buen trazado), por las que pasan poquísimos
coches.
La
mayoría de los pueblos tienen un nombre compuesto, con la partícula
“de” que une dos o más nombres, y muchos de ellos empiezan por
Quintana o Quintanilla. Además, sabes en qué comarca estás porque
el último nombre así lo indica ( Pino de Bureba te dice que estás
en la comarca de la Bureba)
Una
vez más tenemos que agradecer a nuestro ángel de la guarda su labor
protectora, porque no hemos tenido ningún incidente (bueno, uno
pequeño al que luego nos referiremos), incluso ningún pinchazo.
La
casa rural (La Casa de la Judería) muy acogedora, con 4
plantas: la primera un merendero, que no utilizamos y que era donde
guardábamos la bicis, la segunda con la cocina, la sala con
televisión y el comedor (todo en una misma pieza), la tercera y la
cuarta era donde estaban las habitaciones, ocupando una habitación
cada uno de los cinco que asistimos.
José
Ignacio hizo de cocinero, era quién nos preparaba las cenas a base
de ensaladas y platos combinados. Como siempre, las comidas las
hicimos en el bar (el primer día en el bar El Cazador, y el resto
de veces en El Rincón del Convento, que estaba mas cerca de la casa
rural y en el que la comida, el trato y el lugar eran mejores).
Decir
que el entorno de Oña, por donde circulamos en bicicleta, es
espectacular, predominando la zona montañosa y boscosa, siendo
recomendable su visita para aquel que no haya visitado la zona. Oña
y Frías destacan por su belleza y monumentos.
FOTOS DE OÑA
Oña , rodeada de montes
La casa rural
El convento
La plaza del ayuntamiento
El barrio judío, con una entrada a la casa rural
Vista del convento
Vista del pueblo, el convento y el vivero
Vista de Oña desde un mirador
Residencia de ancianos
19 de setiembre de
2016
La
etapa transcurrió por Penches, Barcina de los Montes, La Aldea,
Ranera, Tobera, Frías, Saltocildes, Quitana María, Palazuelos de
Cuestaurria, Trespaderne, Virues, Bascuñuelos, Lozares de Tobalina,
Lomana, Saltocildes, Quintana Martin Galindez, Montejo de Cebas,
Frias, desde donde nos volvimos por donde habíamos venido (78
kilómetros ). Una etapa de ida y vuelta con un circuito en la
mitad del recorrido. Etapa con subida en los primeros kilómetros,
los cuales eran de bajada a la vuelta, después de subir desde Frías
a La Aldea. Primer contacto con el entorno, muy variado, bonito y
espectacular, con buenas carreteras exentas de tráfico, aunque con
frío y niebla en las 2-3 primeras horas. Primeros avistamientos y
cruces con corzos en los parajes por los que circulamos. Como
siempre, una parada por almorzar, café y pincho de tortilla, en
Trespaderne.
A la
vuelta, después de Frias, al comienzo de la subida, nos paramos en
la ermita de Tobera, por donde merodeaban una serie de cabras, con su
correspondiente cabrón o macho cabrío. Sabido es que es difícil
fijar la zapatilla si se quiere arrancar cuesta arriba, y mas si
tienes enfrente, en la mitad de la carretera, al cabrón. Pues bien,
entre lo difícil de ajustar la zapatilla al pedal y que el macho
cabrío estaba en la mitad de la carretera, Ignacio se cayó, sin mas
consecuencias que un pequeño golpe.
A la
tarde, después de una reparadora siesta, compras en la carnicería
y el autoservicio, para después dar un paseo por el monte, en la
sierra de los montes Obarenes, llegando a la ermita de San Vitores,
desde donde se avistaba toda la sierra y la Mesa de Oña. Lugares
estos en los que Jose Mari disfrutaba de la naturaleza en los veranos
de su infancia y juventud.
Después
del paseo, un vino en el bar en animada charla, para después pasar
a dejar los platos limpios de la cena, a base de pinchos, que nos
había preparado Jose Ignacio; Mahonesa con guindilla y anchoas,
salmón con cebolleta y queso Filadelfia y morcillas con pimientos.
Foto de salida de la primera etapa
En el puente romano de Frias
En la ermita de Tobera
En la zona de la ermita de San Vitores
La ermita de San Vitores
Oña, tiene manantiales y agua por todos los lados
La zona de la ermita San Vitores
La Mesa de Oña
20 de setiembre de
2016
La
etapa se cambió en su comienzo, como consecuencia del paseo que se
dio en la tarde del día anterior, en donde encontramos una buena
carretera que nos permitía evitar el paso por un par de pueblos. La
etapa transcurrió por: Ermita de San Vitores, Quintanaopio,
Ojeda, Madrid de las Caderechas, Huespeda, Madrid de la Caderechas,
Rucandio, Hozabejas, Escobados de Abajo, Escobados de Arriba,
Villalta, Cernégula, Poza de la Sal, Salas de Bureba, Castellanos de
Bureba, Terminon, Tamayo, Oña (75 kilómetros), parando en
Cernégula para almorzar. En esta etapa tuvimos un despiste en un
cruce y nos subimos un pequeño puerto hasta Huespeda, haciendo 7
kilómetros más de los previstos. Etapa en continua subida, con una
fuerte pendiente en el desfiladero que hay a continuación de
Hozabejas, hasta el monumento a Felix Rodríguez de La Fuente, para
después continuar por una pronunciada bajada, con muchas curvas de
herradura y el piso algo irregular en algunos tramos, hasta Poza de
la Sal. Desde Poza de la Sal en bajada hasta Oña.
A la
tarde, después de la obligada siesta, visitamos la iglesia del
Monasterio de Oña, que lo teníamos enfrente de la casa rural, en
una visita guiada, en donde se nos dieron detalles interesantes de la
historia del convento, el cual es uno de los monumentos más
importantes de Burgos, el segundo después de la catedral. Hacemos
alguna compra complementaria y algunos se dan un paseo por las
murallas que rodean Oña, para después juntarnos todos en el bar
para tomar un vino, antes de la cena en la acogedora casa rural.
Foto de salida de la segunda etapa
Almorzando en el bar de la gasolinera de Cernégula
El monumento a Felix Rodriguez de la Fuente
En el claustro del convento de Oña
El claustro
Paseo por las murallas de Oña. Figuras que desentonan con el paisaje
La ermita de San Toribio, donde los monjes descansaban y oraban en sus paseos
21 de setiembre de
2016
Este
día se cambió la etapa, realizando la que teníamos programada para
el día siguiente (que era más larga y exigente), puesto que para ese día se había previsto desplazarnos a Haro a comer cordero
y por ello ese día había que realizar una etapa mas corta y que
costase menos tiempo realizarla. La etapa transcurrió por
Cantabrana, Quintanaopio, Rio Quintanilla, Hozabejas, Escobados de
Abajo, Escobados de Arriba, Pesadas de Burgos, Villalta Dobro,
Porquera de Butron, Cubillo de Butron, Pesquera de Ebro, volviendo
hasta Rio Quintanilla por donde habíamos venido , desde donde vamos
por Aguas Candidas, Salas de Bureba, Catellanos de Bureba, Terminon,
Oña (89 kilómetros). Comenzamos la etapa con mucha niebla. que
costó que se dispara. Repetimos parte del recorrido del día
anterior, la zona más dura. Ignacio y Mendi fueron los que bajaron
hasta Pesquera de Ebro, haciendo el resto unos 16 kilómetros menos.
La bajada y subida a Pesquera de Ebro espectacular. El pueblo, por
donde pasa en río Ebro, está en un hoyo rodeado de montañas; en la
bajada se podían ver algunas nieblas abajo, las cuales ya se habían
disipado en la subida. Los que no bajaron a Pesquera de Ebro
esperaron al resto almorzando de Pesadas de Burgos
Después
de comer continuamos la tertulia en torno a unas copas en el bar,
para después de una pequeña siesta dar un paseo por las orillas de
río Oca, rio que pasa por Oña. Después, lo tradicional, un vino y
a cenar, esta vez viendo el partido de la Real contra Las Palmas, 4-1 a favor de la Real.
Foto de salida en la tercera etapa
En Pesquera de Ebro
Desde esa montaña se baja y luego hay que subir
Los únicos que bajaron a Pesquera de Ebro
Jesús Mari descansando entre sol y sombra en Pesadas de Burgos
Almuerzo en Pesadas de Burgos
Bajando al paseo del río Oca
En río Oca
El entorno de descanso del río
La antigua estación
22 de setiembre de
2016
La
etapa, un circuito, transcurrió por : Penches, Barcina de los
Montes, La Aldea, Cascajares de Bureba, Busto de Bureba, Berzosa de
Bureba, La Vid de Bureba, Quintanillabon, Briviesca, Quintanabureba,
Movilla, Llano de Bureba, Hermosillas, Cornudilla, Pino de Bureba,
Oña (70,5 kilómetros). Etapa con un comienzo en subida, con un
puerto después de La Aldea, para luego ser todo bajada y llano,
circulando por La Bureba. Esta fue la única etapa en la que
llegamos todos untos al final. En Briviesca se paró para almorzar.
Después
de la ducha, nos montamos en el coche de Jose Mari y nos encaminamos
a Haro, a comer cordero en el restaurante Terete, para después ir al
Claustro de los Agustinos a tomar una copa. Aun quedaba lo mejor, el
espectáculo taurino de recortadores y vaquillas en Briones, que
estaba en fiestas. Uno de los recortadores se llamaba Vallejo, y
desde las gradas se le animaba con la frase, copyright de Ignacio,
“Ahí te la dejo Vallejo” Ya anocheciendo nos tomamos un
vino en Briones para después dirigirnos a Haro a llenar el estómago
con un bocadillo, antes de volver a Oña.
Desayunando
Después de almorzar en Briviesca
Comiendo en Terete de Haro
En el claustro de Los Agustinos de Haro
Jose Mari
Jesús Mari
Ignacio
José Ignacio
Mendi
El Banco de España en Haro
Haro
En Briones, en el espectáculo taurino de recortadores y vaquillas
El paseillo antes del espectáculo
Los cinco recortadores
Unas chicas salen voluntarias
Ahora espectáculo para los niños
El Don Tancredo
Los viñedos de Briones
En Haro cenando
23 de setiembre de
2016
La
etapa transcurrió por: Terminon, Castellanos de Bureba, Salas de
Buerba, Poza de la Sal, Lences, Carcedo de Bureba, Rublacedo de
Abajo, Rublacedo de Arriba, Temiño, Rublacedo de Arriba, Rublacedo
de Abajo, Quintana-Urria, Rojas, Piernigas, Quintanabureba, Terrazos,
Los Barrios de Bureba, Cornudilla, Pino de Bureba, Oña, (91
kilometros). En algunos momentos el paisaje tenia un parecido a
Las Bardenas. Los pueblos de Burgos son pequeños y no tienen bar, y
si lo tienen abren casi al mediodía, por lo que nos tuvimos que ir
hasta Rojas para almorzar, si bien el almuerzo mereció la pena
(surtido de embutidos y queso). Una llamada de teléfono hizo que
Ignacio se quedara el último y cuando emprendió la marcha tomó
camino distinto al programado, al que hicieron el resto.
Por
la tarde visita a Frías, uno de los pueblos mas bonitos de España.
La idea era cenar en Frías, pero no encontramos un restaurante que
diera cenas, por lo que hicimos compra en el pueblo y cenamos en la
casa rural.
Parada en Rojas para almorzar
Llega el segundo pelotón
Atendiendo al señor que nos explica las maldades de la Coca Cola
Hemos tardado en encontrar un bar donde almorzar , pero ha merecido la pena
Después del almuerzo en Rojas
En Frias
24 de setiembre de
2016
La
etapa transcurrió por Penches, Barcina de los Montes, La Aldea,
Ranera, Tobera, Frías, Quintana Martin Galindez, Barcina del Barco,
Mijaraluenga, San Martin de Don, Sobron, Orbañanos, Santa María de
Garoña, Garoña, Cuezva, Montejo de Cebas, Frias, y vuelta a
partir de ahí por donde habíamos venido (88 kilómetros).
Salimos sin Jesus Mari, que se volvió después de desayunar. La
etapa, a partir de Frias, transcurre bordeando el pantano de Sobron,
divisando en el trayecto la central nuclear de Garoña, hoy parada.
La vuelta desde Sobron, la hicimos por el otro lado del pantano, en
un terreno rompepiernas, mirando en cada pueblo a ver si había bar
para almorzar. Finalmente, y después de 60 kilómetros recorridos,
lo encontramos en Montejo de Cebas.
Cominos
en el Rincón del Convento, en la calle, porque hacia buen tiempo,
para después echar una siesta y volvernos a casa felices y
contentos porque la semana ha transcurrido en gran camaradería y
hemos disfrutado de lo que nos gusta: andar en bici, convivir entre
amigos, disfrutar de la naturaleza, de los monumentos históricos, y,
porqué no, comer y beber vino.
Tenemos
145,13 euros de bote para la
semana bicicletera del año que viene.
En el embalse de Sobron
La presa
Subiendo de vuelta de Sobron
Almorzando en Montejo de Cebas
La última subida de la semana para Ignacio
La última subida de la semana para José Ignacio
La última subida de la semana para José Mari
La ultima comida en Oña
y la última copa


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